La Sociedad de Espectroscopía Aplicada se ha honrado desde el año 2010
de poder dar crédito a aquellos socios jóvenes que han realizado – a
juicio de las comisiones de evaluación de cada edición – las mejores
tesis doctorales en el ámbito de la espectroscopía aplicada. Esta
actividad, como todas aquellas que nos comprometen con nuestros jóvenes
socios – futuro de nuestra sociedad y de la espectroscopía aplicada
española – es, con mucha diferencia, la acción más gratificante que
nuestra junta de gobierno realiza. Cada vez que se convoca una nueva
edición nos dispara el entusiasmo de ver la calidad de los trabajos
realizados, la ilusión puesta tras las interminables horas de
experimentación y escritura, y nos deja la insatisfacción de no poder
premiar a todos y cada uno de los nombres detrás de cada expediente que
se nos envía para evaluación.
La ilusión se renueva cada año, en el que siempre aspiramos a que el
premio SEA a la mejor tesis doctoral quede grabado en la memoria de los
aspirantes como un momento gratificante que les anime a seguir
perseverando en el camino que acaban de empezar. Cada edición, tratamos
de mandar el mensaje a aspirantes y directores de que todo el esfuerzo,
las ganas, los sacrificios y la vida dejada en el camino de conseguir el
mejor grado académico que se otorga en la Universidad, no cae en saco
roto, aunque siempre sabemos que nunca llega a recompensarse como
realmente se merece.
La convocatoria de este año (que realmente engloba a las convocatorias
de los años 2020, 2021 y 2022 por los retrasos y consideraciones
particulares asociadas a la pandemia) va a tener una connotación
especial. Muy agridulce, pero muy especial. La Junta de Gobierno de la
SEA decidió, de forma unánime y con efectos inmediatos, elevar la
categoría sentimental del Premio a la Mejor Tesis Doctoral en
Espectroscopía Aplicada, asociándolo de forma indisoluble al nombre de
nuestra recordada amiga y admirada colega, Mari Cruz Moreno-Bondi.
Todos los que la hemos conocido hemos estado de acuerdo en que todas las
virtudes de Mari Cruz como gestora, docente, investigadora y persona se
magnificaban de forma natural en su faceta como directora de tesis
doctoral. Todos los que la hemos conocido, especialmente los que han
tenido la suerte de haber conseguido el Grado de Doctor bajo su
dirección, saben de primera mano del grado de rigor, exigencia,
trabajo, compromiso y ÉTICA CIENTÍFICA (en mayúsculas de forma consciente
…) que Mari Cruz aplicaba a su tarea como directora de tesis. Siempre
hemos tenido un debate bastante absurdo en si Mari Cruz era mejor
docente que investigadora, pero claramente no ha habido dudas en que lo
mejor de ambos mundos, el mayor ejercicio de sinergia multiplicativa se
producía en ese momento en que lo mejor de la seria, disciplinada, aguda
y brillante Mari Cruz científica, se mimetizaba con esa Mari Cruz
paciente, exigente, considerada con los errores ajenos y sobe todo
cercana, que la convirtieron en una sobresaliente directora de tesis.
Por todo esto, con la esperanza de a Mari Cruz no le importe ese
protagonismo (que nunca le ha gustado) que le vamos a dar, tenemos el
orgullo de anunciar que a partir de la edición del año 2020, el premio a
la mejor tesis doctoral en espectroscopía aplicada otorgado por la
Sociedad de Espectroscopía Aplicada, pasará a llamarse Premio «María Cruz
Moreno-Bondi» a la mejor Tesis Doctoral en Espectroscopía Aplicada.
Jose Miguel Vadillo
Presidente de la SEA